Datos
Nací en Madrid hace demasiados años.
En el transcurso del tiempo estudié algunas cosas, me hice licenciada en Filología (UCM), y Master of Science in Psiycology (OU.UK) Master en Malos Tratos y Violencia de Género (UNED), Experta en Niños con Conductas Difíciles (UAB), Licenciada en Estudios de Asia Oriental (UOC), y aprendí algunas lenguas vivas, como: inglés, francés, catalán, portugués, italiano, chino y búlgaro; y muertas, como: latín, griego, árabe clásico, anglosajón e indoeuropeo; algunas de ellas, por cierto, con el tiempo completamente olvidadas y otras ágiles y siempre activas.
He trabajado como profesora durante treinta y seis años. En el campo de la enseñanza, gané los premios de Innovación Educativa Francisco Giner de los Ríos del MEC (1993) y el Premio Galileo de Investigación Educativa (1992, 1993 y 1994), y una Mención del Consejo de Europa a la Innovación en la Enseñanza de las Lenguas Modernas (1985).
A pesar de mi dedicación profesional, o precisamente también por ella, he ejercido toda una serie de oficios primordiales, como: costurera, terapeuta, jardinera, lavandera, curadora, albañila, pintora, niñera, cocinera, intendenta, jefe de grupo, música, voz de coro, base disidente, secretaria, etc. Pero lo que más me gusta ser es relatora y poetisa.
Soy feminista. Es decir: creo en la equivalencia de mujeres y varones, y de todas las personas que poblamos la tierra, sin distinción de raza, color, religión, condición, sexo, género, rol o estado, en el respeto a las diferencias individuales y en la libertad de cada persona para organizar su vida, incluyendo por supuesto lo que se refiere a la gestión de la sexualidad, los afectos y la proyección social y laboral. Como feminista, creo también en el respeto a la Tierra y a todos los seres que la habitan, nuestros iguales.
Realizo incursiones en la literatura creativa desde siempre, porque amo la lengua, sus imágenes y símbolos, y esa cualidad etérea que tiene de fabricarnos pensamientos y paisajes y modelarnos a su modo. Pero me he ocupado poco de mostrarme a los demás, no porque me haya faltado ilusión, sino tiempo y cualidades para ello. Como escritora, soy solitaria y más bien silvestre. Por eso, sólo me he dedicado, al estilo de Emily Dickinson, a llenar arcas y cajones, que ya desbordan de escritos. Y eso que, en un arrebato, entre los veinticinco y los treinta y cinco años, quemé dos veces toda mi producción, incluyendo diarios, cartas, poemas, historias, apuntes, y mis cuadernos garabateados de notas y argumentos. Ni que decir tiene que ahora, aunque agradezco la pureza que salió de las cenizas, lamento haber perdido tanto material de inspiración.
En 1988, estimulada por mis amigos, publiqué “Jugamos”, un libro de cuentos y poemas para niños en la CAMPSE. El mismo año salió un poemario, “Conversación de la Noche,” publicado por Torremozas. Por ese tiempo gané algún concurso literario, como el José Rodoao, en Cantalejo, Segovia; El Foro, de poesía, en Pozuelo, Madrid; Jeromín de Cuentos, en Leganés, Madrid; María Giralt de relato en Valdemorillo, Madrid. En 2008 gané el Premio Altea de Novela con "Un mundo tan pequeño".
He publicado colaboraciones en ediciones colectivas, por ejemplo, en Torremozas, en Cuadernos de Poexía (Segovia), y otras, muchas de ellas online. He colaborado con artículos sobre violencia de género, machismo, malos tratos y similares dolores, con la Asociación 8 de Marzo contra la Violencia de Género y durante el tiempo en que fui profesora y profesora de profesores escribí bastante sobre aprendizaje y didáctica de las lenguas.
Algunas de mis publicaciones antiguas y todas las actuales (las novelas El Canario Desnudo; Un país para un sueño; Almas de cristal y niebla, los poemarios: El Libro de las Reinas, Carta al Viento, Un amor que no me salve y La Vida en la Cara; las colecciones de relatos: Vivir es un laberinto, y Cruces y Nombres; el trabajo de investigación: Basura verbal y violencia de género), pueden encontrarse entre las páginas de amazon.com o en amazon.es, Lulu, Visión Libros, Google Libros, Bubok, espanol.free eBooks, Intermon Oxfam, amazon.com o Iberlibro.
Desde hace más de 20 años dedico parte de mi tiempo a ayudar a otras personas a aprender a escribir. He impartido talleres de escritura creativa, poesía y prosa, en Pozuelo de Alarcón, Valdemorillo y Las Rozas (Madrid), en Macastre (Valencia) y en varios pueblos de la Vera (Cáceres).
Entre las dificultades que he vivido, y en la paz del alma que he aprendido a salvar, mi creatividad no descansa: sigo llenando arcas, cajones, estantes y ficheros con relatos, cuentos, poemas, novelas y ensayos, siempre en progresión, siempre inacabados…
En medio de este trajín de pensar, escribir, trabajar y vivir, amo a mi ordenador, pues dentro de él están todas las personas a quienes quiero.
Actualmente vivo en el campo, y eso me da luz.
En el transcurso del tiempo estudié algunas cosas, me hice licenciada en Filología (UCM), y Master of Science in Psiycology (OU.UK) Master en Malos Tratos y Violencia de Género (UNED), Experta en Niños con Conductas Difíciles (UAB), Licenciada en Estudios de Asia Oriental (UOC), y aprendí algunas lenguas vivas, como: inglés, francés, catalán, portugués, italiano, chino y búlgaro; y muertas, como: latín, griego, árabe clásico, anglosajón e indoeuropeo; algunas de ellas, por cierto, con el tiempo completamente olvidadas y otras ágiles y siempre activas.
He trabajado como profesora durante treinta y seis años. En el campo de la enseñanza, gané los premios de Innovación Educativa Francisco Giner de los Ríos del MEC (1993) y el Premio Galileo de Investigación Educativa (1992, 1993 y 1994), y una Mención del Consejo de Europa a la Innovación en la Enseñanza de las Lenguas Modernas (1985).
A pesar de mi dedicación profesional, o precisamente también por ella, he ejercido toda una serie de oficios primordiales, como: costurera, terapeuta, jardinera, lavandera, curadora, albañila, pintora, niñera, cocinera, intendenta, jefe de grupo, música, voz de coro, base disidente, secretaria, etc. Pero lo que más me gusta ser es relatora y poetisa.
Soy feminista. Es decir: creo en la equivalencia de mujeres y varones, y de todas las personas que poblamos la tierra, sin distinción de raza, color, religión, condición, sexo, género, rol o estado, en el respeto a las diferencias individuales y en la libertad de cada persona para organizar su vida, incluyendo por supuesto lo que se refiere a la gestión de la sexualidad, los afectos y la proyección social y laboral. Como feminista, creo también en el respeto a la Tierra y a todos los seres que la habitan, nuestros iguales.
Realizo incursiones en la literatura creativa desde siempre, porque amo la lengua, sus imágenes y símbolos, y esa cualidad etérea que tiene de fabricarnos pensamientos y paisajes y modelarnos a su modo. Pero me he ocupado poco de mostrarme a los demás, no porque me haya faltado ilusión, sino tiempo y cualidades para ello. Como escritora, soy solitaria y más bien silvestre. Por eso, sólo me he dedicado, al estilo de Emily Dickinson, a llenar arcas y cajones, que ya desbordan de escritos. Y eso que, en un arrebato, entre los veinticinco y los treinta y cinco años, quemé dos veces toda mi producción, incluyendo diarios, cartas, poemas, historias, apuntes, y mis cuadernos garabateados de notas y argumentos. Ni que decir tiene que ahora, aunque agradezco la pureza que salió de las cenizas, lamento haber perdido tanto material de inspiración.
En 1988, estimulada por mis amigos, publiqué “Jugamos”, un libro de cuentos y poemas para niños en la CAMPSE. El mismo año salió un poemario, “Conversación de la Noche,” publicado por Torremozas. Por ese tiempo gané algún concurso literario, como el José Rodoao, en Cantalejo, Segovia; El Foro, de poesía, en Pozuelo, Madrid; Jeromín de Cuentos, en Leganés, Madrid; María Giralt de relato en Valdemorillo, Madrid. En 2008 gané el Premio Altea de Novela con "Un mundo tan pequeño".
He publicado colaboraciones en ediciones colectivas, por ejemplo, en Torremozas, en Cuadernos de Poexía (Segovia), y otras, muchas de ellas online. He colaborado con artículos sobre violencia de género, machismo, malos tratos y similares dolores, con la Asociación 8 de Marzo contra la Violencia de Género y durante el tiempo en que fui profesora y profesora de profesores escribí bastante sobre aprendizaje y didáctica de las lenguas.
Algunas de mis publicaciones antiguas y todas las actuales (las novelas El Canario Desnudo; Un país para un sueño; Almas de cristal y niebla, los poemarios: El Libro de las Reinas, Carta al Viento, Un amor que no me salve y La Vida en la Cara; las colecciones de relatos: Vivir es un laberinto, y Cruces y Nombres; el trabajo de investigación: Basura verbal y violencia de género), pueden encontrarse entre las páginas de amazon.com o en amazon.es, Lulu, Visión Libros, Google Libros, Bubok, espanol.free eBooks, Intermon Oxfam, amazon.com o Iberlibro.
Desde hace más de 20 años dedico parte de mi tiempo a ayudar a otras personas a aprender a escribir. He impartido talleres de escritura creativa, poesía y prosa, en Pozuelo de Alarcón, Valdemorillo y Las Rozas (Madrid), en Macastre (Valencia) y en varios pueblos de la Vera (Cáceres).
Entre las dificultades que he vivido, y en la paz del alma que he aprendido a salvar, mi creatividad no descansa: sigo llenando arcas, cajones, estantes y ficheros con relatos, cuentos, poemas, novelas y ensayos, siempre en progresión, siempre inacabados…
En medio de este trajín de pensar, escribir, trabajar y vivir, amo a mi ordenador, pues dentro de él están todas las personas a quienes quiero.
Actualmente vivo en el campo, y eso me da luz.