Amar en otoño (baile de sonetos)
Sintiéndote en mi corazón urdido,
juncal de la laguna de tu boca,
tus dientes, tu saliva, lo que toca
se enreda en mis raíces y mi oído.
Te vivo así: mi corazón fundido,
en ti, mi amor, mi luz, mi roca,
mi dulce, mi vibrar, mi sol que enfoca
mi fe, mis humedales, mi vestido.
Te encuentro en el frescor de la mirada.
Guardada en mi secreto, mi conciencia,
se posa como pájaro en tu audiencia:
un búho que te ulula en la enramada.
Te añoro. Pienso en ti. Estoy cercada
de brisas, de canciones y querencia,
buscándote, tejiendo tu presencia,
cuidándome de ti y en ti bañada.
Prendida en las lianas de tu pelo,
jugando con los bucles de tu viento,
me escondo por el humus de tu suelo.
Creciendo en el vaivén de tu contento,
me quedo en tus caricias. Mi subsuelo,
tú: sendero de mi bosque y de mi aliento.
Soy hoja del otoño que se vuela
amándote, marchándose contigo,
perdiéndome en tu ropa y en tu estela.
Un cántico sagrado es mi testigo,
mi voz y mi secreto, la novela
que escribo por las noches en tu ombligo.
juncal de la laguna de tu boca,
tus dientes, tu saliva, lo que toca
se enreda en mis raíces y mi oído.
Te vivo así: mi corazón fundido,
en ti, mi amor, mi luz, mi roca,
mi dulce, mi vibrar, mi sol que enfoca
mi fe, mis humedales, mi vestido.
Te encuentro en el frescor de la mirada.
Guardada en mi secreto, mi conciencia,
se posa como pájaro en tu audiencia:
un búho que te ulula en la enramada.
Te añoro. Pienso en ti. Estoy cercada
de brisas, de canciones y querencia,
buscándote, tejiendo tu presencia,
cuidándome de ti y en ti bañada.
Prendida en las lianas de tu pelo,
jugando con los bucles de tu viento,
me escondo por el humus de tu suelo.
Creciendo en el vaivén de tu contento,
me quedo en tus caricias. Mi subsuelo,
tú: sendero de mi bosque y de mi aliento.
Soy hoja del otoño que se vuela
amándote, marchándose contigo,
perdiéndome en tu ropa y en tu estela.
Un cántico sagrado es mi testigo,
mi voz y mi secreto, la novela
que escribo por las noches en tu ombligo.