Marta Abadía, Eco-feminista, Poetisa, Relatora
  • Mi trabajo, mis libros
    • PRESENTACIÓN
    • Capítulo I: Un país para un sueño
    • "De Lambrini a Lambrini"
    • De "Vivir es un laberinto"
    • De: "Cruces y nombres"
    • Capítulo I: El canario desnudo
  • Filosofía
    • Sobre la poesía
    • Qué es para mí escribir
    • La literatura, un espejo
    • Decir poetisa
    • ¿Qué es "política"?
    • Carta abierta a "t" mayúscula
    • Feminista
    • Pisos de control
    • Juego Perverso
    • Eco-feminismo
    • ¿Quiénes somos las personas?
  • Poetizando
    • Lluvia en mano
    • A mi hermano José María Munuera, muerto el 9 de julio de 2015
    • El túnel de tu nombre
    • Veintiuna palabras
    • ¡Feliz día, Mujeres!
    • Hasta siempre, hermana
    • Carta del mar
    • Meditación
    • Saber amor
    • Llegó el invierno
    • Pensar en ti
    • Gratitud
    • Tu, mi almohada
    • Yo te siento, barca
    • Amarte, amor
    • Tu, mi espejo
    • Tu mi viaje
    • Soy tu-soy
    • Buen día
    • Entibiar el invierno
    • Canción de otoño
    • Yo te sigo, inspiración
    • Yo te sigo, camino
    • Yo te sigo, estrella
    • Yo te sigo, ruta
    • Yo te sigo, compañía
    • Yo te sigo, mi vida
    • Yo te sigo, mi amor
    • Yo te sigo
    • Tal como somos
    • Amar en otoño
    • Nostalgiar
    • Resucitar
    • Duelo
    • Encuentro
    • Amor mío, miamor
    • Miamor
    • Corazón habitado de caléndulas
    • Estado de gracia
    • Color
    • Abrazo
    • Beso
    • Amor de primavera
    • Manual de instrucciones
    • Dialemando
    • Lago de mar
    • Mujer
    • Noria del mar
    • Carta a un presidente que declaró la guerra
  • Relatora
    • Cajas
    • La cometa y el dragón
    • Espejo
    • Ser amarga
    • Salvando a Irma
    • Dos microrrelatos
  • Niñes
  • Blog de noticias
  • Blog de historias
  • Datos
  • Enlaces y contacto

Tú, mi espejo

Imagen
http://wallpho.com/36191-green-mountain-lake-id-23543.htm
Colgada del abismo, en un segundo,
me miro en el espejo de tu ciencia.
En mi alma te conviertes en conciencia
de verte y de guardarte en lo profundo.

Sabiendo que tu andar es un fecundo
momento de ternura y de paciencia,
me nutro de tus rayos y la urgencia
que flota en tu reír de vagabundo.

Mis manos son tu gesto que devora
mis gestos, y mi gesto, que te ama,
caricias en tu cara, que me aflora.

Diciendo tú, soy yo la que te llama,
cascada de tus ojos, donde mora
mi centro, que en tu centro se derrama.
Imagen
freehdw.com
Con tecnología de Crea tu propio sitio web con las plantillas personalizables.