Tú, mi espejo
Colgada del
abismo, en un segundo,
me miro en el espejo de tu ciencia.
En mi alma te conviertes en conciencia
de verte y de guardarte en lo profundo.
Sabiendo que tu andar es un fecundo
momento de ternura y de paciencia,
me nutro de tus rayos y la urgencia
que flota en tu reír de vagabundo.
Mis manos son tu gesto que devora
mis gestos, y mi gesto, que te ama,
caricias en tu cara, que me aflora.
Diciendo tú, soy yo la que te llama,
cascada de tus ojos, donde mora
mi centro, que en tu centro se derrama.
me miro en el espejo de tu ciencia.
En mi alma te conviertes en conciencia
de verte y de guardarte en lo profundo.
Sabiendo que tu andar es un fecundo
momento de ternura y de paciencia,
me nutro de tus rayos y la urgencia
que flota en tu reír de vagabundo.
Mis manos son tu gesto que devora
mis gestos, y mi gesto, que te ama,
caricias en tu cara, que me aflora.
Diciendo tú, soy yo la que te llama,
cascada de tus ojos, donde mora
mi centro, que en tu centro se derrama.